Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela, ha cerrado filas este jueves con Nicolás Maduro después que el jefe de la Asamblea Nacional,
el opositor Juan Guaidó, se declarara el miércoles presidente interino del país sudamericano.
"Quienes propician esta figura de un Gobierno de facto, paralelo, son muy peligrosos.
Nosotros los hombres y mujeres de uniforme, seriamos indignos de portar nuestro uniforme si no defendiéramos nuestra Constitución y la soberanía",
dijo en una comparecencia televisada y rodeado del alto mando militar.
Padrino denunció que la oposición y Estados Unidos habían emprendido un plan para deponer al sucesor de Hugo Chávez.
"Desde hace tiempo se viene fraguando un vulgar golpe de Estado (...), y ese plan llegó ayer a niveles de altísima peligrosidad.
Su mensaje llega un día después de que Maduro pidiera la lealtad de los oficiales en el conocido Balcón del Pueblo del Palacio de Miraflores.
Lo acompañaba su esposa Cilia Flores; su número dos, Diosdado Cabello; la vicepresidenta Delcy Rodríguez, y otros funcionarios, pero nadie de la cúpula de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Los altos cargos militares solo habían expresado por separado y en redes sociales su respaldo al mandatario.
Padrino advirtió que la proclamación de Guaidó reviste "alta peligrosidad" y apeló al diálogo para solventar el conflicto político.
"Es sumamente peligroso lo que ocurrió el 23 de enero (…) Ayer vimos un evento reprochable: un señor autoproclamándose presidente, eso es un asunto gravísimo", afirmó.
Según el ministro de Defensa, la oposición ha violado la Constitución del país.
"Estamos aquí para evitar una guerra entre venezolanos… La sustentabilidad jurídica utilizada para juramentar un gobierno de facto no tiene destino feliz", agregó.
Un comunicado de la FANB indica que existe una "reedición del golpe de Estado contra Chávez, en abril de 2002.
"El Gobierno norteamericano junto a otros de la región y algunos funcionarios de organismos multilaterales,
están desarrollando el ampliamente conocido guion de derrocar a aquellos proyectos progresistas que les resultan incómodos a sus ambiciones imperialistas", reza el documento.
La cúpula calificó la crisis del país como una "guerra híbrida" sin precedentes que, supuestamente, genera "ingobernabilidad" para justificar una intervención foránea.
Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, opina que el anuncio sorprendió a los militares. La posición adoptada por el Ejército en este asunto es decisiva.
"No hay control sobre el efecto que puede estar causando en la FANB el reconocimiento internacional de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela", explicó.
La experta en el sector militar resalta que los generales se demoraron en sentar su posición.
"No hay señales por ahora de abandono a Maduro, por parte de la Fuerza Armada Nacional.
Sin embargo, llama la atención que los miembros del alto mando y unidades con poder de fuego se pronunciaron tarde, sin estar en sintonía; y no lo hicieron todos", escribió en Twitter.
Los escenarios son diversos en este inesperado avance de la oposición hacia el poder político.
De momento, la Fiscalía General de la República tampoco ha ordenado las acostumbradas detenciones de líderes opositores,
aunque hace unas semanas Iris Valera, ministra de Servicios Penitenciarios, amenazó con tener una celda "acomodada para Guaidó.
Mientras la cúpula ha mostrado su apoyo a Maduro, el miércoles, en lugares como Caicara del Orinoco (Bolívar) o en Mérida,
miembros de la Guardia Nacional se negaron a enfrentarse y reprimir a los manifestantes, que en todo momento los encaraban haciendo reflexiones en torno a la gravedad de la situación social del país .
Muchos están sancionados por Estados Unidos y Gobiernos extranjeros, acusados de violar los derechos humanos y corrupción. El alto mando militar está conformado por leales al chavismo.
El lunes, un grupo de 27 militares en Cotiza, al oeste de Caracas, se insubordinó contra el Gobierno de Maduro. De ahí que sus posibilidades de desertar son impensables.
Su rebelión fue condenada por sus superiores que juraron que pagarían con "todo el peso de la ley". Ninguno pertenecía a la cúpula, todos están arrestados.
Con estos sublevados suman casi un centenar de detenidos por desafiar a Maduro.
Los militares venezolanos que se han alzado contra el líder socialista han pagado un alto precio.
Hace unos días, un informe de la ONG Human Rights Watch denunció que agentes de inteligencia sometieron a varios de los detenidos a abusos físicos y psicológicos.
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